Olvido en la firma de la noticia

Cuando el periodista no tiene especial afán de protagonismo y olvida firmar la noticia

La plantilla inicial se mantiene en esta publicación deportiva dentro de un medio generalista por un mero error

Error en la firma de la noticia

Que un periodista olvide firmar la noticia puede significar varias cosas.

La primera, y más habitual, que lleva mucha prisa y no le ha dado tiempo ni siquiera a revisar lo que ha escrito. Me temo que, muy probablemente, éste fue el caso que aconteció en la sección de Deportes de El Norte de Castilla, el 25 de febrero de 2022. Y también, por qué no decirlo, un estándar consolidado y reiterativo en algunas de las publicaciones que vas a encontrar en este blog, Errores en Prensa lo llamamos.

También puede suponer que quien ha elaborado el texto está en contra de una decisión de la Dirección.

Cuando hay despidos -por desgracia, últimamente, con demasiada y reiterada frecuencia en algunas cabeceras (o lo que ahora sean ya)- se suele producir un acuerdo -en ocasiones impulsado por la parte de representación de los trabajadores, o lo que es lo mismo, la parte sindical si existe en la plantilla- para mostrar respaldo a quienes salen por la puerta. Esto ocurre cuando hay muchos compañeros despedidos o cuando el que abandona el barco tiene el apoyo de la parte sindical.

Esto es un mero gesto, porque hay quien lo secunda y quien no (algo respetable, por supuesto), y, francamente, a los directivos suele darles bastante igual, porque en lugar de que aparezca el nombre de Juan Español se lea Redacción o El Periódico de Riofrío.

La medida en ocasiones es de cara a la galería, pero entre los compañeros suele haber un sentimiento de fraternidad que vale más que las malas caras que a veces no disimulan los autores de los despidos, sean, por cierto, justificados o no, porque al final los medios de comunicación también son empresas. Y tienen que ganar dinero. O, al menos, no perderlo.

La tercera variante tiene que ver con la línea marcada desde arriba en determinados espacios mediáticos. No se firma y punto. O se firma de aquella manera. Me explico:

El poder de las firmas

Hay medios escritos que imponen firmar la noticia de manera casi simbólica, con solo iniciales que, me van a permitir decirlo, aunque es pura y absolutamente mi opinión personal,es un tanto absurdo, porque precisamente si de algo ha de presumir un periódico -por ejemplo- es de las personas que lo componen.

Esos medios, en muchas ocasiones, alardean de sus columnistas o colaboradores, que por unas líneas pueden cobrar casi lo mismo que la plantilla que se patea las calles, pero quien realmente sustenta las paredes de la publicación son todos esos redactores que se encargan de escarbar hasta debajo de las piedras para llevar noticias cada día a la sartén de la redacción. Estas cosas hay que valorarlas adecuadamente.

El caso en cuestión

Pero, ¿qué ocurrió aquí? ¿Por qué olvidó firmar la noticia? Pues nada que no te haya pasado a ti, amigo lector. Estoy seguro. Sin haber llamado para contrastar (mal hecho), yo pondría la mano en el fuego -ya que hablábamos de sartenes- de que el autor cogió una plantilla del repositorio con el que trabaja, se puso a escribir y dijo aquello de: ¡Luego cambio esto! O, más sencillo: le entró una llamada al teléfono.

Y por unas cosas u otras, al final se hizo la hora de enviar la página a cierre para su impresión ,y… Tatatachán, al día siguiente en lugar de su nombre apareció FIRMA Y, en lugar de situar la noticia en una ciudad concreta, en la que aborda las impresiones que ha transmitido en rueda de prensa un jugador del Real Valladolid, Sergio León, lo que podemos ver es DATA. En este caso, sería Valladolid.

Las prisas son malas consejeras. Pero, te voy a decir una cosa… a saber qué le ocurrió al autor de la noticia al iniciar la redacción o en el momento de revisar lo escrito y dar por cerrado el texto, porque aunque algunos no lo creeréis, dada la inquina que demostráis hacia la profesión, pero… los periodistas también somos humanos.

Y nos equivocamos, igual que tú.

Sí, tú.

Hombre, ya… tanta crítica a los periodistas, como si nadie rompiera un plato y fuera perfecto. Que se olvide firmar la noticia uno, tampoco es tan grave. Ummm.

Sigue el blog. No te arrepentirás.

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    José María Sánchez del Monte
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