23 Oct Osama por Obama

Como confundir al presidente de Obama con el terrorista más buscado

Puede ocurrir que con las prisas y de tanto haberlo escuchado, equivoquemos Osama Ben Laden por Obama. Y viceversa. ¡También es casualidad!

Nadie está libre de equivocarse. EL PAÍS, diario de referencia casi desde que echó a andar, poco después de que Franco cerrara por defunción, tampoco.

Nos metemos en harina para situar la pifia: 2 de mayo de 2011. Un día después de desplegarse una operación denominada Gerónimo en la localidad de Abbottabad, en Pakistán, los medios de comunicación, todos, difundieron la noticia que suponía el fin del enemigo número 1 de Occidente, el líder de Al Qaeda.

Desde entonces, han surgido facciones más radicales (si cabe) del yihadismo, que interpretan el Corán y el Islamismo no precisamente con la pipa de la paz.

En fin, durante aquellos días de hace cuatro años, se nos inundó con la imagen de Obama con Hillary Clinton y sus asesores, en la Casa Blanca, con cara de estar a puntito de ir al baño a reponer conducciones…

Y de tanto ver al primer presidente negro (de color, por si alguien se ofendiera) de los Estados Unidos, a alguno se le liaron los conceptos. Aquí está el más claro ejemplo: Obama Bin Laden… la mezcla del bien y el mal (según quien lo mire, siempre hay descerebrados que defienden el asesinato por las ideas)… dependiendo del color de las gafas de aumento utilizadas.

Ahora, el autor tenía claro quién era quién, porque en el subtítulo -otro error- se repite de nuevo lo que dice en el titular, pero ahora correctamente…